miércoles, 16 de abril de 2014
Precauciones en la momificación
-No olvidar nunca tener a mano unas tijeras de punta roma para liberar a la persona momificada.
-Comprobar que los orificios nasales están bien abiertos y que no hay ningún problema de respiración. Comprobar frecuentemente que la persona se encuentra bien. Si no puede hablar, un apretón de manos puede ser una buena señal para indicar que todo va bien.
-Si la persona va a estar mucho tiempo momificada hay que darle agua a menudo porque se puede deshidratar fácilmente, ya que sudará mucho. Por ese motivo conviene abstenerse de momificar en días de mucho calor ya que dentro del plástico se pueden alcanzar altas temperaturas. En un día de calor tampoco hay que pretender que la momificación dure el mismo tiempo que cuando se hizo en un día de frío, porque probablemente la persona no resista lo mismo.
-Si alguien entra en un estado de pánico, se le debe tranquilizar mientras le destapamos rápidamente los ojos, haciéndole contar lentamente del 10 al 1. Esto le hará concentrarse en los números y salir del “shock” inicial y recobrar un poco de tranquilidad mientras se le libera.
-Hay que tener en cuenta que el tiempo pasa muy lento mientras se está momificado.
-Suele recomendarse no dejar envuelta a la persona momificada si es principiante más de 15 minutos, aunque el tiempo como el dolor es algo muy relativo dependiendo de cada persona.
-Aunque la momificación no sea una técnica demasiado compleja, siempre que hablamos de Bondage es conveniente tomar ciertas precauciones para evitar riesgos innecesarios y que la experiencia sea satisfactoria. Por una lado están los peligros derivados de la inmovilización y, por otro, los relativos a la circulación sanguínea, la respiración, o el bienestar general de la persona.
-Hay quien usa crema hidratante sobre la piel antes y después de una momificación.
- La sensación de indefensión y de ahogo puede ser traumática para alguien que no esté preparado.
-No dejar nunca sola a una persona momificada.
*Tener en cuenta el bienestar psicológico, y no solo en el físico de la persona momificada.
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